lunes, 3 de agosto de 2009

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Mírame. No puedes verme, pero mírame desde estas palabras.

Que sea la última vez que me haces volcar el corazón. Que sea la última que me paras la respiración.Me pregunto quién te ha dado permiso para turbar mi vida y para meterte en mi presente, qué parte no entendiste de que llevas una década hundido en mi pasado, si bien no puedo dejar de sentir náuseas cada vez que algo me recuerda a ti.

Una intenta hacerse una vida, como puede, y aprende que los fantasmas pueden diluirse, pero que no se van nunca del todo. El caso es que una aprende a caminar, de alguna manera, como atada a una cuerda que hace que el camino sobre la línea sea lo más recto posible. ¿Pretendías cortar la cuerda?. Permíteme decirte que sigues siendo el ser más presuntuoso que conocí nunca.

Quién te has creído que eres, qué importancia ibas a tener, qué recuerdo iba yo a guardar de ti sino el del desprecio y la náusea.No tienes derecho a volver, no tienes derecho a quebrarme la tranquilidad, no puedes desviarme del camino ni siquiera durante un minuto, no tienes derecho a existir donde yo existo, no puedes acercarte, no puedes tocarme. No puedes ni oler mi vida.

Déjame decirte también que, después del vértigo consecuencia de tu osadía, vino la risa. Tu patetismo me dio risa.

Mírame bien desde aquí donde te escribo, mírame en estas letras si es que aún recuerdas mi cara y empieza a borrarla del todo. No te olvides nunca de que eres lo peor que me ocurrió en la vida y déjame seguir viviendo sin odio, como hasta ahora.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Te quiero, no basta un tvb.
A.

Bruha dijo...

Me ha recordado a otra historia, mia pero de muchas personas... me ha hecho pensar en que también volvió un día a reclamar su importancia... "¿importancia?" pensé... y también mi respuesta esa pregunta fueron las náuseas...
Besos...

Anónimo dijo...

No sabía que vivía ahí y sólo su portal me dio susto.

A ti su patetismo te dio risa. Yo me río de alegría al verte 10 años después, tan bien, tan fuerte, tan Nay

Anónimo dijo...

Pero, ¿tú quién te crees que eres?