miércoles, 22 de julio de 2009

Imitation of life

Qué estarás haciendo ahora cuando ayer me tenías cogida por la cintura, respirándome la nuca, mirando con tu ojo derecho mi mejilla derecha, acogiendo con tu mano derecha mi hombro izquierdo, en una conjunción perfecta.

Qué tendrías que decirme cuando guardabas silencio, tanto rato, guardando palabras que quizás no merezco aún oír, que quizás sólo merecen ser pensadas. Igual te dabas cuenta de que siento que no puedo repetirlo durante mucho más tiempo, que me voy a tener que ir lejos, que te voy a tener que romper como a una foto.

Y bien, centrémonos en esta noche, que será la siguiente, la primera de las últimas. Por dónde quieres que empiece a beberte, por dónde quieres que empiece a restarte la vida -o acaso a dártela- por dónde quieres que empecemos a ser uno solo. De dónde va a partir esta unión que en unos días rompa para siempre.

Detrás de mí te espera la sorpresa de mi huída. Siento que tú también seas víctima, pero es que no estoy acostumbrada a quedarme y tendré que matarnos e irme, qué le vamos a hacer.

Y es que no sé vivir, así que me limito a imitar la vida como puedo, como me la cuentan, como la veo desde fuera, intentando emular los actos que otros acometen, ensayando las posturas delante del espejo, repitiendo en voz alta las frases que escucho en las películas, vistiéndome como los maniquíes de las tiendas de alguna franquicia barata.

¿Lo estoy haciendo bien? ¿Es así como os comportáis las personas que habéis vencido el miedo, es así como movéis la lengua en boca ajena, es así como os reís? ¿Imito bien el gesto, podrías llegar a amar a este prototipo en el que me he convertido, mis 36.3 grados de temperatura son lo suficientemente humanos? Contesta: dime que soy la mentira más real que has sostenido últimamente.

2 comentarios:

Losbutilio dijo...

Comentario Estándar: Precioso.

txema dijo...

Las palabras –las palabras solas– únicamente poseen vida muerta virtual. Son escamas, excoriaciones de un cadáver reciente. Cualquiera que haya entendido a Beckett lo sabe de sobra.
Cuanto más perfectas son, más perfecto es el cadáver.
El silencio, en cambio, posee la potencia del grito; tiene espesura, profundidad oceánica, vida real. En ella estoy, salvo este breve ahora moribundo...

(Y aquella lluvia oblicua fue convirtiéndose en nieve silenciosa)

Mira Nay, mira y escucha. Y luego dime, dime en silencio, u oblicuo, si te sientes capaz de soportar esto:

4’33’’, keichiana:

http://www.youtube.com/watch?v=hUJagb7hL0E